Lo que no pueden perdonarnos...

Por Leslie Anlly Estrada Guilarte
En aquella jornada los cubanos amanecieron con el corazón triste, pero las convicciones más fuertes que nunca.
El 15 de abril de 1961, en el inicio de una acción en contra de nuestro proceso revolucionario, mercenarios al servicio del Imperialismo habían bombardeado a nuestra aviación en la Ciudad Libertad y San Antonio de los Baños, de La Habana, y en Santiago de Cuba, en el oriente del país.
La Revolución había triunfado el primero de enero de 1959 pero los Estados Unidos no se conformaban e intentaban apoderarse nuevamente de la isla.
Sin embargo, la respuesta de los hijos de esta tierra fue inmediata. En este suelo glorioso se rechazó el ataque de los aviones y aunque el 16 de abril, hace 50 años, muchos cubanos habían perdido a familiares en los ataques, nadie nos apartaría del camino escogido.
Por eso, hoy quienes seguimos el proceso revolucionario recordamos aquellas jornada de gloria, cuando el enemigo tuvo una derrota aplastante, y demostramos que estábamos dispuestos a morir por la Patria y su libertad.
El 16 de abril de 1961, Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, declaró el carácter socialista de la Revolución y llamó al pueblo a luchar y defenderse de un ataque imperialista.
El sábado último, en la Plaza de la Revolución de la capital cubana, una revista militar dio inicio a las actividades de homenaje, con la presencia de Raúl Castro, presidente de la República, los mil delegados al VI Congreso del Partido Comunista, y otros líderes de nuestra Revolución. El pueblo, principal protagonista, está presente también para demostrar una vez más, su incondicional apoyo a nuestro sistema socialista.
Un desfile, con una representación de las distintas etapas de nuestras gestas revolucionarias, iniciando por los mambises, pasando por el desembarco del Yate Granma el dos de diciembre de 1956, por el ataque a Playa Girón y su victoria, forma parte también de las actividades que se realizan en la histórica Plaza.
Además se simbolizó la campaña de alfabetización, y niños, jóvenes desfilan como un bloque para demostrar la continuidad histórica de la Revolución.
Una vez más se patentizan y apoyan las palabras de Fidel Castro, hace 50 años, cuando expresó.
"Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas, dijo, es que estemos aquí; lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba. Eso es lo que no pueden perdonarnos: que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos…"