Para que los sueños se cumplan

Por Leslie Anlly Estrada Guilarte
Los cubanos en este año, bebé aún, tenemos muchos sueños. Y es que nunca se abandonan los proyectos, las ilusiones en el inicio de una nueva etapa. Después de despedir el 2010 en armonía, por lo general, nuevas metas están en nuestro camino y cumplirlas será la motivación, la causa de nuestro esfuerzo, sacrificio...
Vivimos días de cambios. Muchos confían en que una nueva puerta se abra para salir adelante, para triunfar. Los cubanos, siempre al rescate de los más necesitados, desean que este 2011, por muy difícil que se presente, vislumbre un horizonte lleno de prosperidad y transformaciones para bien de todos.
Porque tenemos muchos logros sociales, y mantenerlos, en buena medida depende de nosotros. También, la economía necesita revitalización constante, y la búsqueda de nuevos métodos para convertirla en lo que se necesita resulta de importancia máxima.
Pero, no se trata de un asunto a resolver a corto plazo. Muchas limitantes externas como el bloqueo y la crisis mundial nos limitan, sin embargo, hay grietas que entorpecen el desarrollo en nuestras propias narices y sellarlas a tiempo es de sabios.
El desarrollo de nuestra economía, en varias ocasiones está en nuestras manos, y nos ponemos a buscar justificaciones o a encontrar dificultades, entorpeciendo el proceso productivo. Entonces, los deseos de trabajar fuerte, dejando las palabras a un lado, debe ser impulso fundamental en este nuevo año para encontrar en algún momento la holgura que todos añoramos.
Planificar adecuadamente forma parte de otra premisa que no se puede olvidar en este tiempo. Hacer cálculos debe convertirse en cotidianidad para no contar con lo que no tenemos, y dejar de fabricar castillos en el aire. Construir, fabricar, producir, hasta donde las posibilidades nos lo permiten será una buena manera de asumir estos doce meses para no dejar labores incompletas, a la espera de otros momentos.
Aumentar la eficiencia y productividad, aprovechar la jornada laboral, cumplir con lo planificado, será una manera adecuada de ayudar, de contribuir con este país que es de todos, y con lo cual, nos veremos beneficiados.
Cada quien, cualquiera que sea su labor, puede hacerla honorable. La cuestión es ser uno de los mejores, no importa el oficio, lo trascendente está en realizar lo que nos toca correctamente.
Las iniciativas, lo novedoso, como siempre será una compañía estupenda, para seguir sorteando los obstáculos que inevitablemente se presenten en las sendas.
Lo esencial, es no amilanarse. El trabajo siempre ha acompañado al hombre y al progreso de la sociedad, y no seremos la excepción. Pero los sueños no se cumplen solo de pensarlos, hay que ayudarlos con tenacidad, persistencia, y fuerzas.