¡Salud!

“¡Salud!” Y muchas familias cubanas brindaron por este 2014 que recién tocó a las puertas. También es lo que deseamos para nuestros seres queridos, porque estar saludables es lo más importante para esforzarnos y conseguir anhelos.

Cada enero, la magia aparece como parte de un ritual, hacemos un alto en el camino, aprendemos de los errores de otros tiempos, y deseamos que las buenas energías nos acompañen en los próximos 12 meses.

Son días propicios para evaluar planes y construir nuevos propósitos, horas especiales en las que agradecemos  la unidad y amor de la familia, y por la amistad.

Entre buenos augurios y señales, el año nuevo mantiene en la mayoría de los hombres y mujeres de este país la expectativa de aumentar nuestro nivel adquisitivo, y para lograrlo, la interrogante, que no es nueva, como este 2014, continúa: ¿cómo contribuimos para que la prosperidad llegue a todos?

Las respuestas pueden ser diversas, lo primordial es que conduzcan a la reflexión, y más, a acciones y soluciones para impulsar la economía.

Datos publicados por estos días revelan que Cuba gasta, alrededor de dos mil millones de dólares anualmente para importar alimentos para sus habitantes; eso equivale a casi el 80 por ciento del consumo total, y se puede producir internamente cerca de la mitad.

Aunque la producción de alimentos es solo una arista, estos números deben llevar al análisis. Aún nos falta por hacer, por lograr. Los recursos no son suficientes y nos limitan, pero, los esfuerzos y el trabajo sistemático deben sobreponerse y vencer adversidades.

Los cubanos sabemos de triunfos, aunque las barreras parezcan infranqueables. Entonces, todo aporte es válido, desde la producción con los recursos necesarios para evitar el derroche y ajustarse a lo planificado, como el ahorro de energía eléctrica en los centros de trabajo y hogares.

Producir de manera eficiente, luchar contra la corrupción y las ilegalidades, son formas de ayudar. Es imprescindible que las prácticas estén en correspondencia con los sueños, para que todos, como protagonistas de este proceso revolucionario de 55 años, disfrutemos de un año próspero.